domingo, 24 de junio de 2012

Capitalismo contra la persona y contra la familia

Chesterton dijo que el capitalismo es una conspiración de cobardes y desde luego los hechos demuestran esta contundente afirmación. El capitalismo es un sistema perverso que convierte a la persona en un instrumento de producción y consumo explotable, intercambiable y desechable. [...] Hoy el pueblo está siendo sometido a un castigo sin precedentes; hay una auténtica revolución política y económica a favor del capitalismo sin oposición real. [...] y ahora el pueblo está desvertebrado, diezmado, a merced de la explotación del capital y de las consignas demagógicas de una "izquierda" política y sindical, falsa y corrompida. Mientras se sanean con dinero público las estructuras económicas causantes de esta crisis, las familias son condenadas al paro y a la precariedad [...].
Por otro lado, no se puede aceptar la mentira hipócrita que vende la derecha "cristiana" de que la crisis actual es una crisis de valores. La corrupción, la explotación, la desigualdad son inherentes al propio sistema capitalista. No es concebible un sistema capitalismo honesto, que fomente la justicia y la igualdad. Capitalismo y Moral son una contradicción in termini. Si se defiende la moral hay que acabar con un sistema capitalista que produce hambrientos en serie, parados en serie, esclavos en serie.


En "Autogestión", nº 94, junio-julio 2012, pág. 3. (El subrayado es mío).

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