lunes, 26 de mayo de 2014

Que le den a la modestia hoy

Hoy ha sido un buen día, un gran día, agotador, sí, casi interminable, pero extraordinariamente reconfortante, de esos que hacen que uno se sienta orgulloso de su trabajo, satisfecho de su trabajo, orgulloso y satisfecho del trabajo de quienes trabajan con él y del trabajo de las personas para quienes trabaja; hoy es uno de esos días en los que al maestro no le importa dejar de lado la modestia, porque cuando el trabajo está bien hecho, está bien hecho, y 

¡Que le den a la modestia hoy!...

Como todos los días el trabajo comenzaba algo pasadas la ocho y media, me gusta llegar con tiempo al colegio, en Alcolea, abrir (suelo ser la primera persona que llega), preparar el aula..., luego la jornada, las clases; por la tarde, en Fondón tocaba hoy, preparar trabajo, reuniones, de ciclo, general..., comentarios con compañeras y compañeros, especialmente con quienes comparten centro en Alcolea (ya pensando en el próximo curso, proyectos, actividades formativas, grupos de trabajo...).

La jornada oficial terminaba a las siete y diez de la tarde, la oficial; porque nos quedaba lo más importante de hoy, de ese gran día, agotador, sí, casi interminable, pero extraordinariamente reconfortante: a las siete y cuarto habíamos quedado con el alumnado, en Alcolea, para la primera asamblea después de habernos constituido en cooperativa de tiempo hace unos días; la respuesta, la actitud, la presencia, la mirada, las intervenciones... del alumnado han sido magníficas, geniales, casi me hacen sublimar a las nueve menos cinco de la noche cuando salíamos del colegio camino de casa.

¿Vanidad de vanidades?, no, realidad de realidades; y ¡que le den a la modestia hoy!...

¡¡Un puntazo!!


viernes, 23 de mayo de 2014

Suponeres

Andaba pensando en la resolución de la Junta Electoral de permitir que un suplente de un vocal no tenga que estar en la mesa que le ha correspondido porque tenía comprada la entrada para el partido del domingo y reservado el hotel..., andaba yo suponiendo que yo estuviese en la mesa electoral del tal y que, por ejemplo, se casase un íntimo amigo, de esos que son hermanos, añadiendo 'suponeres' supongo que, para acudir puntual a la cita y debidamente acicalado, como la ocasión y la amistad requieren, acudo a primera hora para ejercer mi derecho y, puestos a suponer, supongamos que soy la primera persona que acude a hacerlo, pues supongo que me llevo el premio: si no entiendo mal al ser la primera persona que acude a la mesa y faltar una de las que deben componerla yo sería quien debería sustituirla; pues en esas andaba, suponiendo y suponiendo, y me tropiezo con esto "Asumiré el castigo que el juez me imponga por defender mis principios".