La pedagogía de las llamadas escuelas activas tiende a fomentar los núcleos de interés del niño en la vida escolar, por ello, parece que busca convertir la escuela en un lugar de juegos libres, donde la actividad tenga un carácter espontáneo. No todos los pedagogos (García Hoz, 1974) están de acuerdo con esta realidad de hacer de la escuela un lugar de juegos, incluso lo llegan a considerar un error grave, sobre todo, aplicado a educaciones no infantiles, en las cuales es necesario formar las voluntades para la vida, formación que difícilmente se logra si no se somete a los educandos a pruebas auténticas de vencimiento, constancia, esfuerzo y dominio de sí mismos.
María Caparrós González. Curso de Especialización en E.I. - U.N.E.D.
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