Pues sí, en estos días en que me venía haciendo falta un achuchoncito porque andaba un poco bajo -sí, por los suelos, pero es que, normalmente, yo, ando por los suelos- vengo a encontrarme hoy con una inyección en vena de autoestima de quien menos me lo podía esperar, sí, claro, como han leído el título saben de quién ha venido. Yo la hubiese esperado de mi esposa, de mi hija, de alguna de mis amistades, quizá incluso de alguien de mi entorno laboral -vaya regates al lenguaje coeducativo-, pero no, ha venido a ser un Sr. Banco -omito la titularidad-.
Resulta, sepan quienes leen, que soy merecedor de la completa confianza de la entidad pues, en estos tiempos que corren en que tan complicado es, al parecer y al decir de quienes ejercen el periodismo, conseguir préstamo alguno, ponen a mi disposición uno, lo llaman Préstamo Inmediato PIDE, que puedo disfrutar sin trámites ni complicaciones. 24.000 "ebrillos" de nada me ofrecen, así, de forma inmediata, y sin trámites ni complicaciones, tal cual lo oyen, leen quiero decir. Y es que, cuando uno vale, es que vale y se le ve a la legua, pues no son nadie los de los bancos, ellos sí que saben con quién se la juegan... por algo confían en mí.
Me queda una duda, PIDE: Préstamo Inmediato, vale, pero DE de qué, no creo que sea de me chupo el dedo, ¿o sí?
En fin, que estoy pa' reventar de autoestima... Gracias, Sr Banco.
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