Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos, tendría más problemas reales y menos imaginarios...
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iba a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir, comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero, ya ven, tengo ochenta y cinco años y sé que me estoy muriendo.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos, tendría más problemas reales y menos imaginarios...
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iba a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir, comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero, ya ven, tengo ochenta y cinco años y sé que me estoy muriendo.
(Leo el comentario de Anónimo y rectifico, en principio se atribuía aquí la autoría de este texto a Borges. Mis disculpas a todas y todos los que hayan pasado por aquí y mi agradecimiento a Anónimo.)
Nuestro mundo consumista explota muy bien la sed del hombre, incluso la provoca, pero no la sacia.
1 comentario:
Hola, sólo para decir que èste no es un poema de Borges. En toda la obra que fue publicada por el autor argentino no aparece dicho poema.
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